La empresa Raizen, licenciataria de la marca Shell en Argentina, aplicó ayer un aumento promedio del 2,09% en sus combustibles en todo el país.
La firma, que en diciembre había rebajado sus precios un 1,5% y que en enero había aplicado otra baja de entre 0,6% y 0,7% exclusivamente para sus productos súper (nafta y gasoil grado 2), justificó el incremento actual en la suba de los valores internacionales de petróleo durante enero, con un salto de un 12 por ciento.
Con el aumento, los precios actualizados en la Ciudad de Buenos Aires pasaron a ser: VPower Nafta $ 44,43 por litro; Súper $ 38,52; VPower Diesel $ 42,82 y Fórmula Diésel $ 36,79.
Hasta el cierre de esta edición, el resto de las petroleras (YPF, Axion y Puma Energy) no habían anunciado aumentos para sus combustibles, aunque es muy probable que imiten a la firma brasileña.
En los próximos días, además, la Secretaría de Energía oficializará los nuevos precios de los biocombustibles (bioetanol y biodiesel) para su mezcla obligatoria en las refinerías con naftas y gasoil. Es posible que, de existir un aumento, se traslade a los surtidores.
Los precios de los combustibles subieron en promedio un 69,88% durante 2018, con un mínimo de 64,21% para la nafta súper y un máximo de 76,27% para el gasoil, según datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha).
La entidad señaló que el gasoil subió un 74,29% y la nafta premium un 65,77%, en un escenario de mercado “caracterizado por la política de desregulación o liberación de precios adoptada por el Gobierno”.
Diciembre cerró con una caída promedio en términos interanuales de la demanda de combustibles de 5,17% y 2018 tuvo una caída de 0,6% interanual.
El escenario recesivo se experimentó más fuerte a partir de septiembre, cuando se trasladó la devaluación a precios.
Fuente: El Cronista
